La mayoría de los plásticos son químicamente estables y altamente resistentes a la corrosión, incluyendo la resistencia a ácidos y álcalis.
Son ampliamente disponibles, económicos y rentables de fabricar. Sin embargo, algunos tipos son solubles en solventes específicos.
Los plásticos son duraderos, impermeables, ligeros y fuertes, con buena resistencia al impacto y a la abrasión.
Se procesan fácilmente y se producen en masa a bajo costo, y se pueden moldear en una amplia variedad de formas.
La mayoría de los plásticos son buenos aislantes eléctricos con baja conductividad térmica; algunas variantes también pueden soportar altas temperaturas.
A menudo tienen un acabado brillante, pueden ser transparentes o translúcidos, y se colorean fácilmente.
Ciertos plásticos se pueden convertir en fuel oil y gas, lo que ayuda a reducir la dependencia del petróleo crudo.
Desventajas:
El reciclaje es un desafío debido a las dificultades para clasificar los diferentes tipos, lo que a menudo lo hace económicamente inviable.
Muchos plásticos tienen poca resistencia al calor, alta expansión térmica, son inflamables y pueden emitir humos tóxicos cuando se queman.
La mayoría de los plásticos se derivan del petróleo, un recurso finito.
No son fácilmente biodegradables y pueden persistir en el medio ambiente durante cientos de años.
Los plásticos a menudo sufren de baja estabilidad térmica, inestabilidad dimensional, tendencia a deformarse, fragilidad a bajas temperaturas y susceptibilidad al envejecimiento.
La mayoría de los plásticos no se degradan de forma natural.